Piense en todos los sonidos que ha experimentado en su vida. Conciertos, cortacéspedes, motocicletas, sirenas y muchos otros sonidos pueden afectar y dañar sus oídos en dos maneras, la intensidad del sonido y la duración de la exposición al sonido. Según el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), unos 22 millones de estadounidenses están expuestos a ruidos dañinos al año mientras unos 10 millones sufren de pérdida auditiva inducida por ruido.
No existe una manera de revertir el daño a sus oídos, pero sí existen maneras de evitar daños adicionales a su audición. Una de las mejores formas de impedir la pérdida auditiva es llevar puesta la protección apropiada, pero ¿cómo se sabe si basta la protección que tiene? Aquí son tres maneras de evaluar su próxima compra de protección auditiva.