Incluso sus aficiones favoritas pueden emitir sonidos fuertes, por ejemplo: montar en una motocicleta, tocar o producir música, pasar una tarde en un campo de tiro o mejorar el hogar con herramientas eléctricas.
Los niveles elevados de ruido pueden dañar su audición, ya sea temporalmente o para siempre. De hecho, 10 millones de estadounidenses tienen pérdida de audición inducida por ruido [1], el término oficial para la pérdida de audición permanente causada por ruido excesivo. Y hasta 40 millones de adultos tienen resultados de pruebas auditivas que indican pérdida de audición por exposición a ruidos fuertes. [1]
La pérdida auditiva inducida por ruido puede deberse a una breve exposición a niveles de sonido extremadamente intensos o a la exposición repetida a sonidos fuertes con el paso del tiempo. También puede afectar a un oído o a ambos.