Si bien puede tener la tentación de esperar, es importante que acuda al médico de inmediato si sufre una pérdida auditiva súbita o temporal. El tratamiento temprano es la mejor oportunidad para una recuperación rápida y completa. Su médico revisará su historial médico y le realizará un examen físico. Es posible que lo derive a un otorrinolaringólogo: un médico especializado en oídos, nariz y garganta. Asegúrese de informar de cualquier medicamento que esté tomando actualmente, así como cualquier afección médica diagnosticada que tenga.
El médico puede realizar ciertas pruebas para evaluar su audición con distintos volúmenes de sonido, así como comprobar que no haya daños en el oído medio ni en el tímpano. También puede solicitar un análisis de sangre o una resonancia magnética para obtener imágenes detalladas del oído y el cerebro, a fin de comprobar que no haya quistes, tumores u otras anomalías.
Es posible que su médico le recomiende medicación o cirugía, en función de la causa y la gravedad de la pérdida. También puede hacer que suspenda o cambie alguno de sus medicamentos actuales si uno de los que está tomando es perjudicial para los oídos.