El humo del cigarrillo entra en los pulmones, el flujo sanguíneo y los oídos, lo cual aumenta el riesgo de padecer numerosas y costosas afecciones: cáncer, cardiopatías, enfermedades respiratorias y, ahora, puede agregar la pérdida auditiva a esa lista.
No es nada nuevo que, al acudir a un proveedor de atención médica, se le pregunte: “¿Fuma o ha sido fumador?”. La realidad es que el tabaquismo es la principal causa prevenible de muerte en los Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). El tabaquismo se asocia a una serie de afecciones graves y costosas, como el cáncer, las cardiopatías y las enfermedades respiratorias.
Y ahora hay pruebas convincentes de que fumar también afecta a la audición.
Un nuevo estudio de más de 50,000 trabajadores japoneses reveló que los fumadores tienen hasta un 70% más de probabilidades que los no fumadores de desarrollar una pérdida auditiva de alta frecuencia, el tipo de pérdida auditiva más común.Además, el estudio demostró que el tabaquismo aumenta el riesgo de pérdida auditiva de baja frecuencia hasta en un 40%.
Además, según los investigadores, cuantos más cigarrillos fuma, mayor es el riesgo de pérdida auditiva. Los participantes del estudio que fumaban hasta 10 cigarrillos al día tenían un 40% más de riesgo de padecer una pérdida auditiva de alta frecuencia; dicho riesgo era del 70% para los que fumaban más de 20 cigarrillos al día.
“El estudio demostró claramente que existe una relación directa entre el número de cigarrillos y el daño sufrido”, declaró el Dr. Matteo Pezzoli, especialista en audición en Alba, Italia, quien no participó del estudio.
Por otro lado, los investigadores descubrieron que el riesgo de pérdida auditiva disminuía significativamente a los cinco años de haber dejado de fumar.
La investigación no explica por qué el tabaquismo daña la audición.
Sin embargo, es probable que la nicotina y otras toxinas, como el formaldehído, el arsénico, el amoníaco y el cianuro de hidrógeno dañen el oído interno. Además, fumar provoca inflamación y puede disminuir el flujo sanguíneo vital a la cóclea, parte del oído interno que es fundamental para la audición.