A medida que envejecemos, nuestros niveles de potasio disminuyen, el potasio afecta las funciones del oído interno y convierte los sonidos en señales para que el cerebro interprete. [2] El potasio también ayuda al cuerpo a regular el fluido de la sangre y los tejidos. [2] Algunos alimentos por considerar serían plátanos, patatas, espinaca, cítricos, pescado, frijoles, tomates, frutos secos y otros. [1]
Los investigadores han descubierto que el magnesio puede desempeñar un papel importante para proteger nuestros oídos de los efectos perjudiciales del ruido. [2] El magnesio ayuda a prevenir el daño celular que puede conducir a la pérdida de audición, y se ha demostrado que alivia la gravedad de los síntomas del tinnitus. [2] Un suministro saludable de magnesio también mantiene los vasos sanguíneos relajados, lo que permite que la cantidad de sangre adecuada fluya por todo el cuerpo, incluso a través de los vasos sanguíneos en el oído interno. [2] Los alimentos que habría que comer pueden ser frutos secos, semillas, chocolate amargo, espinaca, fresas, arándanos, etc.
El zinc es conocido por sus poderes para estimular el sistema inmunitario y su capacidad para ayudar a combatir el resfrío. [2] Ayuda a activar y producir células T que son las células defensoras de nuestro cuerpo y están específicamente diseñadas para reconocer y destruir bacterias, virus y otros invasores. [2] El zinc ayuda a mejorar el impacto del tinnitus y la pérdida de audición relacionada con la edad. [2] Los alimentos que se deberían aumentar en la dieta incluyen granos integrales, espinaca, zanahorias, pollo, camarones, queso, arroz integral, carne roja, lácteos de ganado alimentado con pastura, entre otros. [1]
La vitamina D es importante para la salud ósea. [3] No obtener suficiente cantidad de esta vitamina puede causar estragos en los huesos de todo nuestro cuerpo, incluso en el trío de pequeños, pero cruciales huesos del oído medio. Sin vitamina D, estos tres huesos del oído se pueden ablandar y debilitar, y esto puede afectar la audición. La vitamina D es importante para las personas de todas las edades, pero en especial para los adultos mayores, que a menudo tienen menos vitamina D en su sistema. [3] Pruebe a aumentar su ingesta de verduras de hojas verdes, aguacates, brócoli, calabaza, batatas, zanahorias. Carne roja, pescado, frutos secos, aceite de oliva y algunas frutas como melocotón, papaya y otros melones también pueden ayudar.
Los folatos o ácido fólico forman parte de las vitaminas del grupo B. Ayudan a combatir los radicales libres, esas pequeñas moléculas oscuras que se han ganado la reputación de causar una gran cantidad de problemas en el cuerpo a lo largo del tiempo. [3] La actividad de los radicales libres puede reducir el flujo sanguíneo hacia el oído interno, así como dañar las delicadas células sensoriales de nuestro oído necesarias para una audición sana. Y una vez que esas células son destruidas, no pueden crecer de nuevo. [1] Los alimentos con alto contenido de ácido fólico incluyen legumbres, espárragos, huevos, verduras de hoja verde, remolacha, cítricos, repollitos de bruselas, brócoli, frutos secos, papaya, bananas y aguacate. [4]